La Ruta del Cares siempre aparece en las listas de las rutas de senderismo más bonitas de España. No se trata de una ruta muy exigente, ni tampoco es peligrosa, ya que está muy bien señalizada. De todas formas, es necesario planificar cómo hacer la ruta.
Los profundos precipicios y barrancos que hay en la ruta, no sólo fue creado por la erosión del río Cares, sino también el resultado de una obra de ingeniería realizada a principios del siglo XX para canalizar el agua hacia la presa hidroeléctrica de Poncebos. Esto facilitó mucho la realización del sendero a lo largo del río.
El sendero oficial comienza en Posada de Valdeón, en León, y no en Caín, por lo que la ruta es mucho más larga (21 kilómetros de ida y vuelta). Sin embargo, este primer tramo es ahora poco utilizado y la mayoría de la gente opta por empezar en Caín.
Si queremos iniciar la Ruta del Cares desde Caín llegando desde Asturias, tomaremos la carretera N-625 en Cangas de Onís dirección Riaño. Allí encontraremos un desvío a Posada de Valdeón y desde aquí a Caín. Desde León haremos lo mismo, llegando a Riaño y siguiendo las indicaciones anteriores.
Si nuestra intención es comenzar en Poncebos, nuestra primera parada será Arenas de Cabrales, donde llegaremos por la AS-114. En el pueblo hay una bajada donde tomaremos la carretera que nos lleva a Poncebos (son casi cinco kilómetros).
La dificultad de la Ruta del Cares es su longitud. Son 12 kilómetros de ida, que nos llevarán unas tres o cuatro horas, por lo que si no estamos acostumbrados a caminar o no somos muy deportistas, tal vez debamos plantearnos hacer sólo el recorrido de ida, ya que 24 kilómetros podrían hacerse muy pesados. Si decidimos hacer sólo la ida, la recomendación es empezar desde Caín porque desde el lado asturiano nos vamos a encontrar con 'la cuesta', unos dos kilómetros de subida que, sin duda, es la parte más dura de la ruta.
También es cierto que la zona de Caín, si no vamos a hacer la ruta de 12 kilómetros y sólo queremos conocer una parte, es más espectacular. No olvidemos que estamos 'encajonados' entre una pared y un acantilado, con el río Cares debajo, por un camino de entre uno y tres metros de ancho. Si queremos hacer los 24 kilómetros, lo ideal es empezar en Poncebos. Teniendo en cuenta que en temporada alta (julio, agosto o Semana Santa es muy concurrida) va a ser muy difícil aparcar a pesar de los aparcamientos que hay en el propio pueblo y en Arenas de Cabrales donde hay un servicio de autobuses que facilita el acceso a Poncebos.
El pueblo de Caín
Si sólo se va en un sentido, algunos excursionistas (amigos o familiares) optan por intercambiar los coches en cada extremo de la ruta, partiendo un grupo desde cada extremo. Pero hay que tener en cuenta que el trayecto de Poncebos a Caín es de más de 100 kilómetros por carretera.
Hay empresas que se dedican a llevar a senderistas de un extremo a otro de la ruta. Puedes echar un vistazo a esta página.
Se puede recorrer en cualquier época del año, aunque se recomienda ir en primavera (después del deshielo hay cascadas llenas de agua que son impresionantes) o a principios de otoño, para evitar el frío del invierno y las multitudes del verano.
Tenéis que aseguraros de llevar ropa de abrigo, aunque sean meses calurosos. Aunque sea verano, el tiempo puede cambiar de forma repentina e incluso es recomendable llevar ropa impermeable. Para poder hacer la ruta totalmente cómodos y sin sobresaltos, hay que llevar un calzado adecuado.
También hay que llevar comida y agua para hacer alguna parada, descansar y comer algo. En toda la ruta no hay tienda para comprar comida.
Por último, recomendamos llevar siempre el móvil bien cargado, aunque hay zonas donde no hay cobertura, otras si. Por si pasara cualquier imprevisto.
La ruta no está recomendada para menos de 10-12 años. Ya que son bastantes horas andando y se necesita un mínimo de resistencia física. Desde los 10 años en adelante, se recomienda que los niños vayan sin mochila y siempre pegados a la pared y no a la zona del acantilado.
Tampoco está recomendada para personas con vértigo. Los caminos son estrechos y los senderos son seguros, pero no tienen barandillas. Del mismo modo, los puentes que hay sobre el río y que hay que cruzarlos son bastante altos.
Debido a que se puede poner en peligro a otros senderistas, no está permitido recorrer el sendero en bicicleta. Además de que hay ciertas zonas muy peligrosas y que sufrir una caída en bici significa caer por algún precipicio.
Si, los perros están permitidos. Aunque se recomienda llevarlos atados, sobre todo por las zonas donde hay precipicios. Si quieres más información, visita este artículo sobre cómo hacer la ruta del Cares con perro.
En invierno, aunque se puede hacer la ruta y el paisaje es espectacular, hay que tener cuidado con la nieve. También hay que ver que no nos va a llover durante el día, o si lo hace es con poca intensidad.